Dia tras día vamos utilizando de manera cada vez mas racional todo aquello que nos rodea, nuestro ambiente. Hace algunos años la transformación del ambiente en productos de consumo, no causaba mucha preocupación. Simplemente bastaba que alguien tuviera una idea de cómo obtener bienes de consumo, a partir de determinados recursos, y podía explotarlos sin mayores precauciones.
En los últimos años, hemos comenzado a tomar conciencia de que los recursos naturales son agotables, no renovables. Y es así que nos hemos percatado de que algunas especies animales están desapareciendo, que los bosques se están extinguiendo; hemos tomado conciencia de que estamos depredando el medio ambiente natural.
La actividad minera y otras actividades industriales también nos están mostrando que no solo estamos llevando a la extinción a nuestros recursos naturales, sino que además, con los residuos que producen dichas actividades, estamos contaminando el medio ambiente, haciéndolo inhabitable para las futuras generaciones.
Felizmente, frente a la extinción de los recursos naturales y a la contaminación ambiental, hemos empezado a tomar medidas. Muchas organizaciones estatales y otras entidades privadas están desarrollando campañas, en todo el mundo, a favor de una utilización mas racional de nuestro medio ambiente.
Pero el ambiente al que estamos tratando de proteger podemos considerarlo como el AMBIENTE SENSIBLE, es decir aquel ambiente que físicamente podemos tenerlo en cuenta haciendo uso de nuestros cinco sentidos. Y como sentimos los daños de manera objetiva, hemos comenzado a desarrollar iniciativas para su protección, desde los organismos tanto nacionales como internacionales. Son conocidos los diferentes eventos internacionales en los que se evalúa esta problemática y se comienzan a desarrollar alternativas de soluciones globales, con la participación de todos los países del mundo.
De esa manera también deberíamos trabajar con el AMBIENTE NO SENSIBLE, es decir aquel ambiente que nos rodea, que esta al lado de cada uno de nosotros, que tiene una gran influencia sobre las actividades humanas y que sin embargo no le damos la debida importancia, ya que no es fácil “ver” los daños que se le están causando, justamente debido a que no están al alcance de nuestros sentidos.
La fig. 1 nos permite ilustrar el concepto del AMBIENTE NO SENSIBLE. Los seres humanos tenemos limitaciones impuestas por nuestros “ cinco sentidos”. Podemos ver cosas tan grandes como el sol, pero no podemos ver cosas mucho mas grandes como las galaxias. Igualmente podemos “ver” cosas tan pequeñas como un grano de azúcar o de polvo, pero no podemos “ver con nuestros sentidos”, una célula, un átomo, que son cosas que están muy próximas a cada uno de nosotros. Estos ejemplos podríamos aplicarlos a los diferentes sentidos. Podemos “oír” el ruido que produce el motor de un vehículo, pero no podemos oír el ruido de los átomos, ni el ruido que producen
las explosiones solares.
Y es precisamente esto ultimo lo que nos permite mostrar un ejemplo de que no hemos tomado en cuenta, en forma oportuna, nuestro ambiente no sensible, tal vez por falta de una tecnología apropiada. En los años 1800, cuando se comenzó a utilizar los combustibles fósiles, se veía como signo de prosperidad el observar el humo de las chimeneas, de los trenes; era el progreso que llegaba a las poblaciones. No teníamos una idea de que estábamos iniciando la contaminación de nuestro AMBIENTE NO SENSIBLE ( en este caso nuestra atmosfera) , recién, en el siglo pasado, gracias a la tecnología disponible, hemos podido poner evidencia el daño causado, conocido ahora como el Efecto Invernadero. Claro, en los años 1800 no disponíamos de la tecnología necesaria para medir las consecuencias futuras de lo que estábamos haciendo, tal vez si hubiéramos podido prever, en esos años, esta grave contaminación, hubiéramos tomado las acciones correctivas en esos años y hubiéramos cuidado nuestra atmosfera con mayor prudencia. Algo similar sucede con nuestra capa de ozono, que ahora se presenta como un problema difícil a remediar.
Por ello es importante que iniciemos el desarrollo de una conciencia de que el medio ambiente que podemos oír y sentir, no es el único que nos rodea, también estamos rodeados de una AMBIENTE NO SENSIBLE y que es nuestra obligación estudiarlo y protegerlo, promoviendo su empleo racional.
Podemos mencionar como parte de nuestro ambiente no sensible, al espacio que rodea a nuestra atmosfera, actualmente en ella estamos colocando gran cantidad de artefactos, los que unas terminada su vida útil se quedaran como chatarra en ese espacio, es decir estamos acumulando grandes cantidades de residuos, sin medir las consecuencias a futuro.
También podemos mencionar al sensacional despliegue del uso de los campos electromagnéticos, con fines de comunicación, principalmente. Deberíamos preguntarnos si estos campos Electromagnéticos son realmente recursos inagotables e inalterables, ¿Podemos usarlos indiscriminadamente?
El Sol, nuestra estrella, podemos apreciarla a simple vista y sentir su calor; sin embargo el satélite SOHO nos permite conocer la influencia de las tormentas solares sobre nuestro ambiente. Los fenómenos solares y entre ellos las tormentas, son parte de nuestro ambiente no sensible.
Los meteoritos, que no podemos observarlos con nuestros sentidos, también han dejado su huella en nuestro planeta.
Todos estos temas posiblemente no afecten a un solo país, son problemas que afectan al planeta en su conjunto y por ello la necesidad de participar en grupos de investigación internacionales, nosotros obteniendo información y procesándola, a partir de lo que podemos observar desde nuestro lugar de residencia.
Felizmente, las nuevas Tecnologías de información y Comunicación (TIC), nos están proporcionando las facilidades de comunicación con diferentes investigadores del mundo y así tenemos ya la facilidad de contar con una Red Académica, cuyo principal objetivo es la comunicación entre los investigadores del mundo.
Dr Pedro Valdivia (pvaldivia58@gmail.com)
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